... pero el francés, además de vano, es también impaciente y frívolo. Si ha inventado la tristemente célebre Guide du Routard, no hay que olvidar que en tiempos más felices puso a punto la Guía Michelin, que, con su ingenioso sistema de estrellas, creó por primera vez las premisas para poder cuadricular sistemáticamente el planeta desde el punto de vista de su atractivo potencial.
Michel Houellebecq: Lanzarote (2000)
domingo, 10 de agosto de 2008
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